sábado, 18 de mayo de 2013


Cuba, hoy   por Kurt Schleicher

   Jodidos, pero contentos. Este dicho típicamente español debiera ser más bien cubano, por lo que ahora veremos.

  Advertir que voy a hablar de impresiones, que mis fuentes no son fidedignas (pero son de personas que viven allí, unas programadas y otras resignadas) y que por tanto lo que diga puede estar lleno de imprecisiones. Tampoco quiero ser dogmático ni defender unas u otras ideas políticas, pero me ha llamado poderosamente la atención la idiosincrasia cubana y me han encantado sus gentes. Sería interesante plantearse qué haríamos los españoles de hoy en día en circunstancias como las cubanas; desde luego, no creo que tuviésemos ya las mismas reacciones, pues aquí estamos resabiados y acostumbrados a un estado del bienestar bastante superior al de allí, mientras que la historia cubana ha ido por derroteros bien diferentes a los nuestros. Y eso marca.

  Para entenderlo mejor, retrocedamos un par de siglos, no muchos, pues otra diferencia es que se trata de un país mucho más joven.

  Antes de la llegada de Colón y el resto de españoles que le siguieron, Cuba estaba habitada por “indios” taínos, guanajatabeys y siboneys (de ahí la canción “Siboney,…”). En 1492, Colón pasó por allí, bautizó la isla como Juana y poco más, y los nativos continuaron llamándola Cuba, que ya se ve tuvo más éxito. Un tal Diego Velázquez, que nada tenía que ver con el pintor, recibió el encargo de colonizar la isla y anexionarla al Reino de Castilla, cosa a la que puso manos a la obra entre 1510 y 1514 con poca resistencia (y la poca que hubo fue drásticamente sofocada). Cuba no tenía oro, por lo que afortunadamente para ella no fue blanco de la avidez de los conquistadores como en otros países, y pasó a ser una especie de “puente” para otros lugares del Nuevo Mundo.

  Los pobres indígenas utilizados como esclavos empezaron a caer como moscas, diezmados sobre todo por las nuevas enfermedades que traían los colonizadores, cosa que nadie entendía al no conocerse aún lo que eran las “defensas” del cuerpo; hubo que traer repuestos de esclavos africanos para mantener las plantaciones de caña y tabaco, muy solicitados desde entonces. Esto explica el amplio mestizaje actual cubano, desde los blancos españoles hasta los más oscuros descendientes de africanos; por cierto, en Cuba el racismo es totalmente inexistente. Todos son cubanos por igual; hay que tomar ejemplo.

     La Habana se constituyó en capital gracias a su abrigada y extensa bahía. Por cierto, primero se construyó el castillo de la Real Fuerza, pero de fuerza poco, pues se erigió en el peor sitio estratégicamente hablando; más bien parece que defendía a los atacantes de los habitantes que no al revés. No es extraño que cuando desde 1555 empezaron a asomar las narices bucaneros franceses e ingleses aquello fuese pan comido. Hubo que construir otra fortaleza en el buen sitio (la del Morro), quizás en memoria del ídem que habían tenido los arquitectos de la primera. Brillantes.

    Pese a numerosas incursiones piratas, los españoles siguieron partiendo el bacalao en Cuba, al menos hasta el siglo XVIII en que la armada británica conquistó La Habana y comenzaron las relaciones comerciales con otras muchas colonias y países. Aquello duró solamente un año, pues Gran Bretaña devolvió Cuba a España a cambio de Florida. No se sabe si fue un bien negocio o no; ¡quién sabe si Cabo Kennedy no se hubiese llamado Cabo Franco tras lo de Cañaveral y encima nos hubiésemos ahorrado la guerra con los americanos tras lo del Maine y perder la isla de todas formas! Pero no nos adelantemos…

  En ése siglo surgió una nueva aristocracia, la criolla, compuesta por cubanos descendientes de españoles, que fueron quienes embellecieron la ciudad con los edificios llamados “coloniales” que aún subsisten, aunque la mayoría son hoy una pura ruina o solamente fachada. De estos criollos surgió el germen nacionalista de identidad cubana, que no había vuelto a existir desde la época de los taínos, que tampoco la tenían muy desarrollada, pero la tenían al menos. Los españoles, aunque dejaron algunas libertades, no estaban por la labor y obviamente se produjeron muchas revueltas, que como todas, solían terminar mal. En una de las ocasiones, un hacendado llamado Céspedes llegó incluso a proclamarse presidente de la República cubana con himno y todo en 1868, pero aquello no duró, claro, y se desencadenó la guerra de los 10 años, que terminó en capitulación cubana. Al menos se abolió la esclavitud en 1886. Un ideólogo e intelectual cubano, José Martí, exiliado en EEUU, fundó el Partido Revolucionario de Cuba, que fue la chispa que prendió para lograr la independencia de los españoles. El pobre Martí se metió en lo que no era lo suyo, las batallas, y a las primeras de cambio le mataron en combate, convirtiéndose así en el mayor héroe nacional de Cuba, aún hoy en día. El relevo fue tomado por Máximo Gómez y Antonio Maceo, logrando poco a poco la liberación de la isla. Los españoles enviaron a un  general de prestigio, Valeriano Weyler,  pero la balanza ya se estaba inclinando por la parte cubana. La gota que colmó el vaso fue la misteriosa explosión del acorazado americano Maine en 1898, que teóricamente estaba allí para proteger a los hacendados americanos que también se habían aposentado en la isla desde 1886. Nunca se sabrá ya la verdad, pero este hecho fue la palanca para que EEUU entrase en guerra con España, poniéndose “del lado” de los cubanos, a los que les vino “aparentemente muy bien” este hecho, que aún hoy en día se cuestiona si no fue algo intencionado. Evidentemente, ya nada que hacer; la guerra duró un año hasta la entrega de las llaves de La Habana por parte del gobernador español al americano Brooke, y con ellas, el resto de la isla.

  Y los cubanos, de Málaga a “Malaghon”… Con el nuevo siglo, todo parecía de color rosa para ellos: Constitución cubana y nuevo primer presidente: Tomás Estrada en 1901. PERO NO;  los americanos pusieron la zarpa con la enmienda Platt, que no era más que una argucia para legalizar el derecho de EEUU a intervenir en los asuntos cubanos,  en las relaciones comerciales y en disponer de bases navales estratégicas (Guantánamo). Y toda Cuba se convirtió realmente en una gran base yanqui, a veces hasta con Marines y todo.

  Para más “inri”, en los siguiente 25 años solamente hubo ineficaces presidentes fachada, aunque en 1920 se había logrado un gran auge de la producción agrícola, especialmente de caña de azúcar, con cientos de azucareras, de las que hoy ya no queda nada. En 1925 se erigió en presidente Gerardo Machado, quien ya actuó de forma completamente dictatorial, empeorando notablemente la situación cubana. La gran Depresión del 29 acabó de hundir a Cuba; al menos terminaron echando del país al dictador en 1933.  A partir de ahí, un avispado sargento llamado Fulgencio Batista empezó a manejar los hilos hasta que logró ser presidente en 1940. Aparentemente, empezó bien, aboliendo la enmienda Platt, legalizando el voto femenino y redactando una nueva Constitución, pero el cordero pronto se convirtió en lobo, apoyado por los EEUU. Se vendieron amplias extensiones de tierra a empresas americanas y británicas a costa de los cubanos, que veían como se iban quedando sin nada y con lo puesto. Y el negocio de convertir a Cuba en la “isla del placer”, atrayendo a mafiosos (por ejemplo, Al Capone era bien conocido en Varadero) y otros personajes de los bajos fondos estadounidenses, lo que hizo que la isla quedase en manos de estos “personajes”. Y los cubanos de putas y poniendo la cama gratis.

    Éste era el caldo de cultivo en Cuba para la Revolución de Fidel Castro (que ya no voy a contar). Con la ayuda de dos carismáticos compañeros, Camilo Cienfuegos y el argentino Che Guevara y tras no pocos avatares, lograron echar a Batista en 1959, cuando entraron triunfantes en La Habana.

   No es de extrañar el éxito de la Revolución, pues el apoyo popular fue inmenso, cosa fácil de entender con los antecedentes mencionados. Incluso hoy en día la mayoría de los cubanos se sienten “orgullosos” de su gobierno. Muy curioso. De ahí que los disidentes no avancen; hay más fervor antigubernamental en España que en Cuba…- Tiene que ver con que los cubanos no conocían otra cosa que dominación tras dominación y, en lugar de ir a mejor con la historia, no hacían sino ir de mal en peor. Al menos con los españoles se convivía, aunque bajo su bota gobernadora, pero de ahí en adelante todo el mundo se aprovechó de los cubanos de la forma más innoble.

  Como siempre, esta última revolución empezó bien, pues Castro priorizó la educación escolar en Cuba y terminó con el analfabetismo en poco tiempo, así como creó las bases de unos de los mejores sistemas de sanidad. Políticamente, sólo contaba su partido único (PCC) y él era “papá Estado”. Se abolió la propiedad privada para todos, cubanos y no cubanos, cosa que hizo que se marcharan todos los de “posibles” del país, malos y buenos. Los disidentes se marcharon: 250.000 jueces, abogados, directivos y técnicos se fueron entre 1959 y 1962, dejando al país sin talentos, caldo de cultivo para la subsiguiente debilidad económica. Castro continuó con su campaña de nacionalización de todas las empresas, especialmente las petroleras y especialmente las americanas, con el consiguiente cabreo yanqui. Con la guerra fría, Castro se alineó con los soviéticos y chinos, obviamente, aunque solo fuera por dar en las narices a los americanos, y se puso literalmente en manos soviéticas, cosa que duró bastantes años (incluyendo la famosa crisis de los misiles, que casi termina en tragedia mundial). Aún así, el control de la economía cubana estaba en manos de unos pocos (con el Che al mando como ministro de industria plenipotenciario) y el resultado fué desastroso.

Encima,  Castro se quedó compuesto y sin novia tras la caída del Telón de Acero y manifestarse en contra de Gorbachov y su “Perestroika”: abandono total del apoyo soviético de la noche a la mañana. Y los americanos, con su embargo y su ley Torricelli, que bloqueaba cualquier intento de comercio con Cuba, tampoco aportaban nada, claro.

En consecuencia, los años 90 fueron los de la “austeridad forzada” hasta unos límites que se pueden considerar infrahumanos; juntando esto con la supremacía de los deberes por encima de las libertades individuales (que tampoco valían nada si no había de qué comer), los cubanos se vieron abocados a la miseria. Y si alguien con posibles aún quedaba, salió corriendo de Cuba. Compatibilizar socialismo a ultranza y economía sin apoyos y con embargos es poco menos que imposible.

 De ahí que ya en este siglo, Raúl Castro se ha visto forzado a “flexibilizar” sus doctrinas y abrir muy poquito a poco la mano con atisbos de propiedad privada, especialmente en el campo, y ya se empiezan a ver pequeñas fincas privadas cubanas. Eso sí, el terreno se cede a cambio de onerosas compensaciones; entre el 50 y el 90% de la producción pasa al Estado por ley.

 Algo parecido pasa con la educación; gratuita hasta el “preu”, después se puede cursar una carrera, pero a cambio de ceder tres años a depender del Estado para que decida qué DEBE hacer el nuevo universitario cuando termine. Y con sueldos que ya se puede uno imaginar. Aún así, la alternativa a los estudios es tan mala que todo el mundo quiere estudiar, y el campo se queda sin brazos; de ahí lo de la flexibilización agrícola mencionada.

 ¿Y las pensiones? Pues entre 5 y 40 pesos cubanos convertibles mensuales, similares en valor al dólar. ¿Os imagináis que nuestra pensión mínima fuese de este orden, como “máximo” de 32 euros al mes? Para pegarse un tiro, pero aún así milagrosamente sobreviven (con propinas, argucias, lo que fuera, menos robar)

 Para más “inri”, dado que la ÚNICA industria floreciente hoy en Cuba es el turismo, se ha inventado la doble moneda, una solo para los cubanos y la otra solo para las turistas, en una relación convertible de 1 a 25 aproximadamente a favor de los segundos. Como el dólar está vetado (o a tan mal cambio que es como si no existiera), el euro es la única divisa que “pía”; cada euro vale hoy aproximadamente 1,26 pesos cubanos convertibles (CUC´s), que a su vez ya habéis visto lo que vale en pesos “cubanos”. Los turistas podrían en teoría usar pesos cubanos, pero solo les valdría para comprar fruta o usar el servicio público de autobuses, tan malo que a nadie se le ocurre. De ahí también que la propina se ha convertido en algo consustancial, y todo cubano espera obtener algo, aunque no sea mucho en CUC´s. Aún así, no lo exigen, como en México; solo si buenamente quieres. Para ellos es de mucho valor y para los turistas, muy poco.

Con el abandono soviético, la única nación que “pasa” de molestar a EEUU es China y de ahí que los nuevos autobuses cubanos son todos de la marca “Yutong”. Bueno, Canadá y México mantiene tibias relaciones comerciales con Cuba (aparte el turismo, del que todo el mundo pica algo; anda que no hay Meliás y Barcelós por allí…)

Pese a ello, la falta de medios de transporte es tan endémica, que se han inventado un sistema de transporte “auto-stop forzado”.

 (Ah, antes hay que contar lo de las matrículas: las azules son las estatales (taxis azules lo son y llevan taxímetro), las amarillas son las privadas, sin cobertura de seguros, negras son las diplomáticas, que junto con las rojas son las de los mejores coches. También hay colores diferentes para policías, militares y miembros de la iglesia. Curiosa separación.)

 Volviendo al “auto-stop”: se han nombrado policías especiales (camisas marrones creo que se llaman) que velan por el control del auto stop, haciéndolo “obligatorio” en especial para los de matrículas azules, los estatales. De ahí que se vean periódicamente personas formando grupos alrededor del “controlador” quien se encarga de parar los coches o autobuses. A falta de medios de transporte, el privado se ha vuelto en cierta forma también colectivo. Aunque a veces conviene mostrar de lejos unos cuantos pesos si hay prisa…

  Para dar una vuelta por La Habana suele salir más rentable ir a un precio establecido con taxi “no oficial amarillo”, servicio que está por los 40 CUC´s para todo el día, llevándote por toda la ciudad. Eso sí, el aspecto del coche puede no ser muy atractivo…

 Por cierto, el tema de los famosos “haigas” americanos de los años 50 que se ven por todas partes (es obvio: desde la revolución en el 59, no ha entrado allí ni un coche como no fuese –hace ya tiempo- algún Lada  y ahora los chinos): ¿Cómo es posible que sigan funcionando? Pues a base del ingenio cubano: ponen a punto el motor hasta con repuestos fabricados por ellos mismos e incluso les meten motores diesel limitados para que duren infinito. Hemos ido con uno y puedo dar fe que una vez dentro hasta se siente uno con cierta tranquilidad; aquello parece un tanque.

 Otro tema fundamental para los cubanos: la seguridad personal y el control policial. Pese a la miseria, casi no hay atracos ni robos, y la palabra “casi”, casi sobra.- Preguntando a un cubano si se sentía libre, la respuesta fue: “puedo salir a pasear con mi familia tranquilo; por tanto, soy libre”. Curiosa la interpretación; me recuerda a la época de Franco, que tampoco se podía hablar mal del gobierno y la policía tenía “buena fama”, por otra parte, excepto para los “disidentes”

 Otro detalle cubano: la solidaridad y la generosidad. ¡Cómo se ayudan entre ellos! Están tan mal, que si no fuese por esta solidaridad (y extremar el ingenio) no durarían mucho. Y son todos amables y tranquilos por naturaleza; no saben lo que es irritarse. Si ven a un turista cabreado o enfadado, se asombran; ¡si no vale la pena! Tenemos que aprender de ellos en esto; se reducirían los infartos.

También son muy chistosos y les encantan las bromas; ah, y saben reírse de ellos mismos. Por ejemplo, dicen que tienen FE en el futuro, pues creen a pies juntillas que su papá estado cada vez irá mejorando poco a poco las cosas, pero luego aclaran que lo de FE tiene un doble significado:  F.E. = Familiar en el Extranjero”. Los que lo tienen viven muchísimo mejor que los demás y tienen mucha mayor esperanza (de vida), de paso. Asimismo, las colas para conseguir nacionalidad española por tener un primo español, por ejemplo, son enormes. Con cuentagotas, claro. La mayoría de cubanos jamás ha salido de Cuba. Así que, está claro: los cubanos son ricos en FE, Esperanza y Caridad. Sobre todo FE, con la que viven mucho mejor, los que la tengan…

 Y esto es Cuba hoy.

 No voy a entrar en detalles en temas turísticos, pues para ello está internet, guías y prospectos de viaje. Si acaso, comentar que los hoteles en la Habana de gama alta están lejos  de ser los equivalentes en otros lugares; dada la falta de infraestructura, todo es viejo y funciona si es que funciona, aunque el cascarón parezca correcto. Y en lugares turísticos “independientes”, como Varadero o los Cayos, los hoteles ya sí son más “modernos”. Por cierto, priva en éstos el “T.I. = todo incluído”, es decir, que puedes comer y beber sin restricciones todo lo que “puedas”, como en los cruceros, con tal de llevar puesto un brazalete identificativo. A alguna simpática bailarina cubana le he llevado una piña colada que a ellas no les dan, aunque se mueran de sed; en esto, ya no les veo tan solidarios… debe ser para que no cunda el ejemplo… La verdad es que viendo lo que he visto y luego observar a los panzudos turistas que se ponen de comer y beber hasta reventar o devolviendo los platos medio llenos, me sentía avergonzado de pertenecer a esta “clase”. He engordado un  par de kilos, precisamente por tratar de comer lo que llevaba en el plato, al menos… menos mal que la preciosa bailarina cubana luego me sacaba a bailar ritmos cubanos y ya fuí bajando el exceso…

 Se acompañan unas cuantas fotos que darán una idea de lo que falta de Cuba mejor de lo que pueda contarlo yo…

  Siguiendo por orden alfabético, en el mismo orden que las fotos:

-        Cárdenas, pequeño pueblo al sur de Varadero, muy popular por su medio de transporte basado en bicicletas.

Las siguientes 14 fotos son vistas diversas de Cárdenas:
 
 

 
 
 
 
 


 



 

 Cárdenas, estación
 
Cárdenas, Real Madrid

-       Guamá, zona pantanosa en el suroeste de Cuba, conocida por sus cocodrilos y reproducción de una antigua aldea taína.
 
Guamá, aldea taína y puente
 

Guamá, aldea taína
 
Guamá, aldea taína escultura

Guamá, cocodrilo
 
Guamá, cocodrilo 2
 
Guamá, flor
 
Guamá, gallo sesteando

Guamá, palmera
 

Guamá, cormorán orgulloso

Guamá, tortuga curiosa

Guamá

-       La Habana, que se compone de tres partes más o menos diferenciadas: Habana Centro, donde está el Capitolio, Habana Vieja, con su sabor especial y sus casas y tiendas coloniales, Plaza de armas, Castillo de la Real Fuerza, la calle Obispo,… y los lugares clásicos para los turistas. Después está lo que llamo “Habana ignota”, al sur de la Habana, en una zona a la que no suelen llevar turistas y se observa la triste realidad de la gente, cosa que no se quiere oficialmente que se vea, pero los taxistas te llevan si quieres. Pasamos por un mercado popular, donde compran en verdad los habaneros, pero nunca los turistas. A destacar el Malecón, uno en la Habana Vieja, el tradicional, donde hubo varios huracanes que dejaron las casas casi inhabitables y donde en la parte trasera hay bastante miseria (y jineterillas a la busca). El otro está en Habana Centro y es donde suelen ir las parejitas a disfrutar de la vista. A destacar también que tras el Capitolio hay una zona de casas coloniales derruidas en parte y hasta una colección de locomotoras, lo que proporciona un extraño contraste. Otra zona es al otro lado de la bahía, donde está el castillo del Morro, la enorme estatua de Cristo, la casa del Che (donde vivió solo un par de meses; Castro vive en una zona residencial) y hasta un curioso Museo del Aire al aire libre, con los famosos misiles de Kruschev.
Habana centro, Capitolio

Habana centro, espiando

Habana centro, hacendosa
 
Habana centro, malecón

Habana centro, panorama

Habana centro, pájaros en la cabeza

Habana centro, turistas

Habana centro, Capitolio desde El Vedado

Habana centro, malecón con tormenta

Habana centro, Partagás

Habana centro, cerca del malecón, juntos y revueltos

Habana centro, cocotaxi duplex

Habana centro, el Capitolio

Habana centro, el Teatro

Habana centro, malecón al atardecer

Habana centro, malecón

Habana centro, panorama al atardecer

Habana centro, tras Capitolio, contrastes

Habana centro, tras Capitolio

Habana centro, tras Capitolio trenes

Habana centro, vistas

Habana vieja, flores cubanas

Habana vieja, Castillo de la Real Fuerza

Habana vieja, c Obispo, chicas

 Habana vieja, c Obispo

Habana vieja, café O´Reilly

Habana vieja, carro cascajo

Habana vieja, más flores

Habana vieja, tipos

Habana vieja tras malecón, jineterilla

Habana vieja tras malecón

Habana vieja tras malecón,1

Habana vieja tras malecón, 2

Habana vieja tras el malecón, 3
 
Habana vieja, tras malecón 4
 

Habana vieja, Bodeguita de Enmedio

Habana vieja, malecón, baño
 
Habana vieja, malecón, baño 2

Habana vieja, malecón, chicos

Habana vieja, Malecón
 
Habana vieja, malecón, contraste
 
Habana vieja, malecón, jinetera
 

Habana vieja, Palacio de los Capitanes Generales

Habana vieja, Plaza Vieja

Habana vieja, Plaza Vieja, 2

Habana vieja, casas

Habana vieja, desde Cámara Oscura

Habana vieja, El Malecón, Casas Cascarón

Habana vieja, el malecón, panorama

Habana vieja, hacia La Catedral


Habana vieja, Plaza de la Catedral

Habana vieja

Habana El Morro, casa del Ché

Habana El Morro, Museo del Aire

Habana El Morro

Habana ignota

Habana ignota 1

Habana ignota, caricia

Habana ignota, carro limpio

Habana ignota, estación

Habana ignota, mercado

Habana ignota, pasadizo

Habana ignota, simpática

Habana ignota, vista

Habana ignota, estación

Habana ignota 2
 

Habana El Morro, panorama

Habana, panorama amanecer

Habana, panorama atardecer


-       Matanzas, donde está el puente más alto de Cuba con una buena vista
Matanzas, puente más alto de Cuba

Nuestro taxi, interior

 Transporte de obreros

-       Varadero, lleno de hoteles lujosos y playas infinitas. La zona centro está llena de mercadillos para goce y disfrute de las señoras y aburrimiento de los caballeros; menos mal que hay taxis curiosos…
 
Varadero, Milenys, bailarina bailes cubanos

Varadero, haiga
 
Varadero, mercadillos
 
Varadero, musical

Varadero, playa

 Varadero, taxis
 
-       Viñales y Pinar del Río: situado en la zona occidental de Cuba, dispone de los paisajes más bellos con sus “Mogotes” o formaciones montañosas de bruscas curvas, lugar donde están la mayoría de las plantaciones de tabaco. A destacar el Mural de la Prehistoria, en el que un artista cubano dedicó tres años de su vida en pintar un mural en una pared de un mogote con la intención de representar la historia de la evolución humana.
 
Viñales, Cueva del Indio, choza

Viñales, Cueva del Indio

Viñales, mirador, panorama

Viñales, Mural de la Prehistoria

Viñales, espectador

Viñales, panorama

Viñales, panorama 1

Viñales tabaquero

Viñales, tabaquero 2

Viñales, mirador

Viñales, panorama 2

Viñales, panorámica

Viñales, tabaquería

Viñales, tabaquería 1

Viñales, tabaquería 2

Viñales, transporte personas

 Viñales

 KS, Mayo 2013

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